El persimónio es una fruta de color naranja intenso y sabor dulce que se disfruta principalmente en otoño. Además de ser delicioso, es una excelente fuente de nutrientes. Contiene altos niveles de vitamina A, vitamina C, y fibra, lo que lo convierte en un aliado para el sistema inmunológico y la digestión. También es rico en antioxidantes como los flavonoides y carotenoides, que ayudan a combatir el envejecimiento celular. Incluir persimón en tu dieta es una manera deliciosa de mejorar tu salud cardiovascular, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y su bajo contenido en grasas.
Prueba estas dos opciones fáciles y deliciosas:
Ensalada de Persimonio y Queso de Cabra
Mezcla rodajas finas de persimonio con hojas verdes frescas (como espinaca o rúcula), añade nueces tostadas y queso de cabra desmenuzado. Aliña con una vinagreta de miel y mostaza para un plato fresco y otoñal.
Persimonio al Horno con Miel y Canela
Corta el persimonio en rodajas gruesas, colócalas en una bandeja para horno, y añade un toque de miel, canela y nueces picadas. Hornea a 180°C durante 15 minutos. Este postre cálido y saludable es ideal para disfrutar con una taza de té en una tarde fría.