El kiwi es originario de China, donde era conocido como "grosella china", pero su popularidad se expandió a nivel mundial cuando Nueva Zelanda comenzó a cultivarlo y comercializarlo bajo el nombre actual. Esta fruta pertenece a la familia Actinidiaceae y se destaca por su pulpa verde vibrante, su textura suave y sus pequeñas semillas negras comestibles.
El kiwi deshidratado es una fuente concentrada de nutrientes y energía, ofreciendo diversos beneficios para la salud:
Rico en vitamina C: Fortalece el sistema inmunológico y promueve la producción de colágeno para la salud de la piel.
Alto en fibra: Favorece la digestión y ayuda a mantener una microbiota intestinal saludable.
Fuente de antioxidantes: Contiene compuestos que combaten el estrés oxidativo y contribuyen a reducir el envejecimiento celular.
Bajo en calorías: A pesar de su dulzura natural, el kiwi deshidratado es una opción de snack ligera y equilibrada.